Señora directora Trunchbull:

Usted está al mando del colegio, ya que tú la directora deberías reconocer a los alumnos como Matilda. Sabemos que tiene cinco años, pero ya se empieza a notar su talento para las matemáticas, o para más cosas. Si usted cree que no se merece una oportunidad estas equivocada. Yo y muchas más personas te pedimos, que aunque te cueste, dale una oportunidad. Los padres le tratan muy mal y además no confían en ella en ningún sentido.

Un día fui a visitar a los padres de Matilda para decirles lo maravillosa que era su hija, pero no me hicieron ni caso, al hacer esa visita me di cuenta de que ellos y tú os parecéis mucho. Vosotros dais mal ejemplo a los niños y niñas pequeños. Por ejemplo: cuando amenazas a los niños con encerrarlos en la ratonera o como cuando le hiciste comer una tarta gigante a Bruce Boytrotter, el pobre niño casi se queda sin oxígeno.

Si no está segura de como es Matilda deberías de hacerle una prueba, como un examen, y deberías de ser mejor con los niños, tienes que intentarlo porque si no puedes, significaría que tampoco esta echa para ser directora, a un director le tienen que gustar los niños y no puedes tirarlos por la ventana. Si un niño se queja a sus padres o se queda en el hospital a ti te caería una buena, y aunque te lo mereces, no sería justo que un niño tenga un accidente para que tu aprendas la lección. 

Recuerde señorita Trunchlbull, que una persona no puede estar llena de odio y frustración también tiene que haber dentro de ti un poco de corazón, si no serías inhumana.

Finalmente, señora Trunchlbull , piense en todo lo que te digo y reflexiona por favor, Matilda nos necesita a todos.

 

Autora: Elena Morais Carnicero 1C
Editor: Arturo Sommer 4ºD