lunes, 25 de febrero de 2019

El Príncipe de la Niebla, Carlos Ruiz Zafón



En la noche de Halloween una niña llamada María y sus amigos se adentraron en un bosque, para ir a pedir chucherías al otro barrio.

Era una noche fría con mucha niebla y en el bosque se veían sombras extrañas, pero los amigos no tenían miedo hasta que oyeron un disparo. Fueron hacia donde había sonado y entonces vieron una silueta de un gato brillando entre luces extrañas. El gato se elevó y, de repente, cayó suavemente, pero ahora era la silueta de un niño. María se acercó a él y le preguntó que qué había pasado. El niño no contestó, pero le cogió de la mano y tiró de ella para que le siguiese. Entonces sus amigos y ella siguieron al niño y unos minutos más tarde, ya adentrados centro del bosque, el niño abrió una puerta en el que detrás de ella había estatuas. María con un poco de miedo miró las estatuas y se fijó en una de ellas con forma de payaso en el que ponía “El Príncipe de la Niebla”.

Se giró para ver el resto de estatuas, entonces oyó un grito y cuando se dio la vuelta de nuevo sus amigos no estaban, solo quedaba el niño y ella. María asustada miró la estatua del payaso y se fijó en que esta no estaba, y que el niño tenía los ojos blancos como la luna. Tras ver sus ojos María salió corriendo pero, no se sabe cómo, el niño le  adelantó. Ella encarcelada por el pánico quedó paralizada, entonces el supuesto ``Príncipe de la Niebla´´ la cogió y la arrastró a algún lugar del bosque. Desde esa noche no se volvió a saber nada de los amigos, ni de María, pero dicen que la noche de Halloween se oyen los gritos de los niños y se ve vagando la silueta del temido ``Príncipe de la Niebla´´…

Autor:  Lucía 1º ESO D
Editor: Pablo Secades Calvo 4º ESO D

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